miércoles, 5 de febrero de 2014

Visitas en las prisiones
Irregularidades se viven en La Modelo

Largas colas y preocupaciones se viven alrededor de la cárcel La Modelo, mujeres angustiadas tienen la oportunidad de visitar a sus familiares cada quince días

Las visitas para ir a la cárcel El Modelo, un de los recintos más trágicos, a partir de las 4:30 de la madrugada se tornan infinitas alrededor de las calles. Las largas colas de gente, en su mayoría son mujeres que se vienen preparados para la larga espera, diferentes vendedores de café y refrescos se disponen a atender a las personas que deseen comprar algo.

Como rutina a las 7 de la mañana los guardias abren las puertas para dar paso a la gente que visita a su tío, esposo, hijo, amigo o sobrino. La modalidad de visitas consiste que un fin de semana tienen derecho los presos que sus últimos dígitos de la cédula terminan en par y el próximo fin de semana los presos de los últimos dígitos de su identificación terminan en impar, solo el domingo se tiene derecho a ser visitados esta modalidad se aplica ya que en un día no alcanza para que puedan ser efectuadas todas las visitas.

Normalmente las visitas se otorgan por medio de vía telefónica, esto trae en la mayoría de los casos, congestionamiento de las redes telefónicas. El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) solo da 1500 turnos de 2500 presos que habitan el recinto, esto crea bastantes quejas por parte de los familiares de reclusos sin embargo el defensor del Pueblo no presenta ninguna solución para este problema. A veces trasladan a los presos a otros  penales sin notificar esos cambios a los familiares por eso se coloca unas listas afuera de la prisión para saber quienes fueron trasladados.

En la cárcel se distribuyen por jerarquías, una de las señoras que se encontraba en la entrada explicó “hay dos ingresos: el del norte y el del sur. En el ala sur —me dijo con amabilidad— están los patios 3, 3A, 4 y 5, allí viven los comunes, los más jodidos; en el ala norte están los patios 1A, 1B, 2A, 2B, Nuevo Milenio y Alta Seguridad, donde meten a los narcos, los paras y los consentidos: tienen colchonetas, espumas y les suministran droga”.
Carcel La Modelo. Foto: Primicia Diario

En los pasillos de la cárcel se encuentra una persona que le denominan “pasillero” según la misma señora asegura “Él es el dueño, el patrón, el cacique. Se le pagan el sitio, la cobija, el plástico y la seguridad. Sin seguridad nadie puede vivir adentro; hasta a los guardias se les paga “seguridad privada”. Y si se necesita droga para dormir, para calmar el frío o para soñar, se consigue la que se quiera. En todos los pasillos duerme gente y todos le pagan sitio al pluma”.

En la espera para entrar al lugar se escuchan diferentes conversaciones de las mujeres, algunas nostalgias, preocupaciones y  otras alegrías, entre ellas se conocen y se llaman por diferentes apodos o simplemente utilizan los sobrenombres de los presos que se relacionan con ellas. Así se vive todos los fines de semanas en las afuera de la cárcel El Modelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario